En una entrevista de trabajo o en una evaluación del desempeño suele surgir esta pregunta: “¿Te gusta trabajar en equipo?”, y la respuesta no será demasiado distinta de estas: “por supuesto”, “claro que sí”, “me encanta”, y otras muchas frases similares.
Da igual que sean juniors o seniors, es igual, la conclusión siempre es la misma. “Yo trabajo en equipo “fenomenalisimamente” bien”.
Pero la verdad es que en demasiadas ocasiones mi experiencia es otra.
Trabajar en equipo implica necesariamente algunas cuestiones que no son tan sencillas de asumir tan alegremente, por ejemplo: El objetivo del equipo está por encima del mío individual, aceptar el punto de vista de otros y olvidar el mío, normas de comunicación que pueden no gustarte, roces personales, adaptarte a estilos de trabajo diferentes, sentir el propio ego dolido, no verse reconocido, ceder parcelas importantes de autonomía y libertad, etc. etc. etc.
La cuestión es que desde hace ya muchos, muchos años sabemos que trabajar en equipo es la única manera de alcanzar unos resultados y unos objetivos deseados.
A principios del siglo XX, Andrew Carnegie, famoso industrial y filántropo estadounidense decía que “El trabajo en equipo es la capacidad de trabajar juntos hacia una visión común. La capacidad de dirigir los logros individuales hacia los objetivos de la organización. Es el combustible que permite que la gente normal logre resultados poco comunes”
Así pues, la cuestión es ¿qué se puede hacer para generar verdaderos equipos de trabajo?
En nuestras formaciones siempre hablamos de algunos elementos indispensables:
1º Cohesión y compromiso
¿Se puede trabajar en equipo con personas por las que no sientes nada, o incluso sientes alguna antipatía? La respuesta es que difícilmente, por no decir imposible.
Por ello es imprescindible que el equipo este verdaderamente cohesionado y comprometido, más allá de sobrellevarse unos a otros. Las relaciones interpersonales son un universo complejo, no todo el mundo puede ser “amigo”, pero sin duda a un grupo de “amigos” le será más fácil superar las dificultades que sí o sí se producirán. Para lograr esa cohesión se deben generar vínculos más allá de la mera tarea, conocerse personalmente, saber los intereses de los otros, conocer sus preocupaciones, sus gustos, su manera de trabajar, resultará diferencial. El papel del líder como facilitar es importante, pero tampoco debemos dejar que descanse sobre él toda la responsabilidad.
2º Normas
No me refiero a que deba estar escrito un código legislativo, pero sí debemos saber y tener todos perfectamente claras algunas normas; ¿cómo se toman decisiones?, ¿cómo se resuelven los conflictos?, ¿qué medios de comunicación se utilizarán y para qué?, ¿qué herramientas de trabajo compartido utilizaremos?, ¿qué plazos se establecen para cada parte del proyecto?, ¿qué tipo de reuniones habrá?, etc. Así con “las cartas sobre la mesa y conociendo las reglas del juego” será mucho más fácil llegar al objetivo.
3º Objetivos claros y compartidos
Si damos por sentado que el objetivo es lo que une al equipo, cuanto más compartido y claro sea, evidentemente será mejor. Recojo aquella historia de uno que se encontró a tres personas picando piedra, al preguntarles qué hacían, el primero le contesto “picar piedra”, el segundo le dijo que “trabajando para ganar dinero” y el tercero le contesto “construyendo una catedral”.
Siempre se piensa que solo la respuesta del tercero es la correcta y de la que se pueden sacar conclusiones, y en cierta medida es verdad, pero la verdad es que un objetivo tan lejano y mayúsculo como construir una catedral nos puede hacer perder el foco del día a día, así que el primero y el segundo también tienen su razón y hacen su parte. Con esto quiero decir que los objetivos deben ser a largo plazo, pero también a corto plazo, en todo proyecto hay tareas concretas, más pequeñas y más alcanzables, pero que son necesarias.
4º Relacionado con el anterior implantar la idea de “todos suman
Los partícipes pueden además aportar su visión, su opinión y sus propias ideas, seguro que así lograremos mayor adhesión que si todo les viene impuesto.
Estos son solo algunos de los elementos necesarios para generar un verdadero equipo de trabajo, pero he querido dejar a parte el que quizá sea el más importante de todos, aquel que demasiadas veces pasamos por alto, quizá porque lo damos por supuesto.
5º La comunicación
Nos referimos a generar un sistema/estilo de comunicación que reúna estar características:
- Todo se puede comunicar, partimos de la idea de que es mejor comunicar de más que de menos, y para que esto ocurra todos deben sentirse libres y seguros de poder decir, opinar, preguntar, sugerir o proponer lo que sea.
- Desarrollar este estilo de comunicación es un trabajo más complejo de lo que la mayoría de las personas piensa. La comunicación asertiva implica poder expresar tus propias opiniones, puntos de vista o necesidades, pero siempre teniendo en cuenta que los otros también tienen las suyas y por tanto se deben respetar. El objetivo es poder llegar a acuerdos viables, y por tanto nos alejan de los conflictos o si han llegado a surgir son el elemento indispensable para solucionarlos.
- Empatía. Una comunicación que no es empática genera incomprensión, aislamiento, molestias, enfados, resentimientos y conflictos. La empatía no es sentir lo que otros sienten, eso es imposible ya que no eres esa otra persona. Lo que sí puedes hacer es esforzarte por salir de tus marcos de intereses o creencias para comprender a la otra persona, y así entrar en un razonamiento distinto al que tuyo propio.
- La escucha activa es un elemento necesario para el trabajo en equipo. Salirnos de nuestros ruidos internos y de nuestras ideas para dinámicamente comprender al otro, nos hará crecer como profesionales (y también como personas). Es hora de superar esa idea de escuchar para responder, y pasar a escuchar para comprender.
La combinación de Asertividad, Empatía y Escucha activa, de todos los miembros del equipo sin lugar a dudas, generará un ambiente de trabajo sano, honesto y motivador que se traducirá en mejores resultados.