Desde luego hay inventos y avances que cambian el mundo; la rueda, la imprenta, el ascensor, la crema solar…, qué duda cabe que todos ellos suponen avances para el ser humano y nos hacen la vida más fácil.
Desde hace un par de años estamos oyendo hablar de la inteligencia artificial (IA) y algunas herramientas como ChatGPT se han puesto de moda. Esto ha generado un interesante debate sobre si sustituirá miles de puestos de trabajo, si acabará el ser humano siendo esclavo de la IA o si será una simple herramienta que nos hará la vida más fácil como la rueda, la imprenta, el ascensor, el aire acondicionado o la crema solar.
Hace unas semanas días estaba impartiendo una formación en Hablar en público cuando uno de los participantes, le pidió a ChatGPT que le escribiese un breve discurso para el cierre de una presentación de un libro. Apenas le dio 4 o 5 indicaciones y en un abrir y cerrar de ojos tenía un buen discurso de 300 palabras.
Asombroso y extraordinario, impresionante y casi mágico, si mi padre que nació en 1932 ve algo así, se desmaya, e incluso a mi me deja atónito.
Pero una vez pasada la primera y admirada primera impresión, reconozco que le empiezo a ver algunas carencias importantes.
Desde luego el mensaje está bien construido, pero, a continuación, estuvimos trabajando un poco desde el punto de la IA de verdad, es decir la que aportamos tanto el participante como yo y construimos otro discurso.
Por supuesto tardamos más de 1,5 segundos, pero a cambio añadimos un inicio con una anécdota personal, desarrollamos 3 puntos clave teniendo en cuenta que en el público habría un tipo concreto de personas con unos intereses específicos, introducimos alguna broma y cerramos con un mensaje de optimismo combinado con una pequeña nota nostálgica que redondearon un mensaje casi perfecto.
Luego tocará exponerlo en vivo, algo a lo que no le podrá ayudar ChatGPT ni ninguna otra herramienta y le dará el toque final con alguna improvisación y mucha pasión.
Mi conclusión, saber hacer un discurso o una presentación, es algo más que enlazar unas palabras bonitas. Es transmitir un sentimiento, una opinión, una idea esencial y ahí el toque humano marcará las diferencias que te harán llegar al sobresaliente, por eso formarse es el mejor camino.
En este ejemplo nos hemos centrado en las habilidades comunicativas, pero sinceramente creemos que es exactamente igual de aplicable en las habilidades en la venta, la negociación, la dirección de personas, el liderazgo, y cualquier habilidad profesional de las que llamamos soft skills.
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