Desde hace unos meses se han empezado a escuchar en muchas tertulias, reuniones de dirección, conversaciones de pasillo, etc. frases parecidas a “se avecina una nueva crisis”, “vamos a irnos preparando para lo que viene”, “nosotros ya hemos empezado a ajustar y reducir costes”, etc. etc. etc.
Desde aquí no pretendemos situarnos en ningún discurso político, no nos corresponde y no tendría mucho sentido. Lo que sí queremos es aportar la visión de una empresa de formación que, desde dentro de uno de esos sectores que más se ven afectados por los “ajustes” y “recortes” de presupuesto tanto de empresas como de particulares, y que ha sobrevivido a la crisis de 2008 (año en el que por cierto nacimos) y que cree humildemente que algo ha aprendido.
Perder la ilusión y la calma no es bueno. De verdad creemos que el trabajo, la observación de la realidad objetiva, el trabajo con datos y la realización de proyecciones y expectativas serias, ayuda mucho a entender estas situaciones en las que sólo los que saben mantenerse serenos salen airosos e incluso reforzados.
Centrarse en el cliente
Cuando los nuevos clientes escasean, hay que saber centrarse en los que ya se tienen. Cuida a tus clientes, acércate a ellos sinceramente, averigua sus nuevas necesidades, conóceles más, ayúdales a seguir siéndolo. Seguro que te recompensarán con su fidelidad.
Busca nuevos clientes
Aunque la situación económica general sea peor o incluso mucho peor que en momentos anteriores, las empresas y las personas seguimos necesitando adquirir bienes y servicios. La labor comercial por tanto requiere nuevas estrategias y habilidades, y no nos referimos solo a bajar precios, cosa que puede llevarnos al cierre de manera tan probable como no vender. Nos referimos a que la fuerza de ventas y toda la empresa se encamine a la venta. Por supuesto que se puede vender en épocas de crisis.
Cuidar a los empleados
Es probable que en esta situaciones haya que prescindir de personas que han trabajado con nosotros durante un tiempo, por supuesto que eso es lamentable, tomar decisiones duras como despedir a miembros del equipo, aún a quien ya lo ha hecho no le resulta indiferente. La cuestión es que entre los que quedan, cunde el miedo, la sensación de desapego a la empresa, la incertidumbre por el futuro, y ahí en muchas ocasiones las empresas se olvidan que todo eso es muy lógico. Informar y tratar como adultos a los profesionales que trabajan con nosotros es una de las claves para que ese mal ambiente no sea la puntilla que le falta a la empresa para tener más problemas aún y cerrar definitivamente.
Formación
Desde el punto de vista de una empresa de formación, como decíamos, algo hemos aprendido y muchos de nuestros clientes han sabido salir fortalecidos de anteriores situaciones gracias, entre otras cosas, a no haber dejado de formar y mejorar a sus equipos.
Ojalá que todos hayamos aprendido las lecciones que el pasado nos ha dado, si quieres estamos a tu lado.