Adaptando un poco la frase de William Shakespeare en Hamlet, vamos a contar un sencillo ejemplo real de la gran diferencia que supone el conocimiento y las ventajas que ofrece.
Me contó hace unos días un compañero que debía enviar un cuestionario a unos clientes, tenía dos opciones.
La primera opción
Enviar por email un documento de Excel para que le completasen las respuestas y una vez recibidas obtener uno a uno las puntuaciones.
La segunda opción
Crear un formulario de Google, enviar el enlace por email (o compartirlo), y una vez recibidos ver la información pormenorizada con gráficos y estadísticas incluidas y obtener un Excel con los resultados, sin tener que hacer nada en absoluto.
En el primer caso, el tiempo dedicado a estos cuestionarios es aproximadamente 6 u 8 horas, mientras que en el segundo caso es de apenas 20 minutos, incluyendo la creación del formulario…evidentemente y afortunadamente él, sabía.
Por eso decimos que saber o no saber, esa es la cuestión
Desde la calidad de la información, el ahorro de tiempo y trabajo, como en el caso del ejemplo, hasta el comercial que cierra un acuerdo gracias a lo que aprendió en aquella formación que hizo, la persona que atiende a un cliente con una reclamación y consigue fidelizarle gracias a su buen trato, el que tiene que hacer una presentación a clientes y consigue un gran éxito, gracias a la formación que hizo…los ejemplo son muchos y la clave es siempre la misma, tener formación y estar formado.
Existen multitud de formaciones, en multitud de campos, ofimática, habilidades, idiomas, tecnologías, etc. etc. etc. solo tienes que decidir en qué y buscar el dónde y el cómo, pero estamos seguros que una vez hecha, pronto recibirás los beneficios del conocimiento y el desarrollo.
¿Has pensado ya en qué formarte o en qué formar a tu equipo?, si quieres nosotros estamos a tu disposición para asesorarte.