Haciendo una búsqueda en Google la respuesta se encuentra rápidamente. Le dan poca o muy poca relevancia y eso se refleja tanto en el dinero invertido, (me temo que muchas piensan que gastado…) como en el tiempo dedicado a formación de sus trabajadores.
Es fácil encontrar estadísticas y artículos de prensa (la mayoría algo antiguos) que hablan de “en España se gasta en formación la mitad que en el resto de Europa” o “El gasto en formación cae en España el 30%”.
Pero, ¿por qué pasa esto?, no quiero extenderme demasiado pero seguro que las razones son múltiples, a mí se me ocurren respuestas como:
Desinterés por parte de los empresarios y falta de cultura empresarial de desarrollo. En general esto ocurre más en la pequeña empresa que en la gran empresa, y es algo tan básico (y tan triste) como no dar valor a la formación, total ¿para qué?
Miedos.
Nos referimos al clásico miedo a que un trabajador, en el que se ha invertido en su formación, abandone la empresa.
Cortoplacismo.
¡Qué malos modelos de dirección esos que buscan la supervivencia inmediata y no la visión a medio y largo plazo!, seguramente no se den cuenta pero esta visión muy probablemente hipoteca su propia viabilidad futura y daña su competitividad.
Desconfianza.
Aunque no digo que no pueda estar justificada en ocasiones, la realidad es que en España hay excelentes formadores y excelente empresas de formación que con un trabajo muy profesional garantizan verdaderos desarrollos en los trabajadores formados.
Desconocimiento.
El concepto gasto o inversión es una cuestión que va más allá del simple significado, es una cuestión conceptual del negocio, pero es que además solo con el crédito que las empresas disponen de FUNDAE, y que ni siquiera se consume en su totalidad, las empresas podrían aumentar su inversión en formación sin coste en más de 40%. ¿Se imaginan que las empresas dispusiesen de un crédito mínimo de 420 euros de las PYMES a las decenas de miles que disponen las grandes para por ejemplo renovar instalaciones, comprar coches de empresa, o incluso pagar las vacaciones…? Estoy seguro que se consumiría todo cada año.
Precio y retorno.
He de reconocer que algunas formaciones pueden resultar caras y en ocasiones incluso aparentemente abusivas, y eso hace pensar que no habrá retorno de esa inversión. ¿Qué se puede hacer?, es sencillo, buscar otras opciones y más presupuestos, definir bien las necesidades de formación del equipo, hacer planificaciones estratégicas de la formación, exigir a la empresa de formación compromisos y resultados, etc. de esta manera el éxito de cualquier acción formativa en la empresa estará mucho más garantizado.
No sabría decir cuántas veces algún cliente me contesta, “lo hemos parado…”, “la dirección no termina de encontrar fechas…”, “ahora no es buen momento…”, “hasta después del verano no tomaremos decisión…”, etc. etc. en mi opinión detrás de estas respuestas está sobre todo el concepto de ¿qué es prioritario para la empresa?, y la respuesta me temo que es la clásica dicotomía entre lo urgente y lo importante. Y como suele pasar, gana lo urgente. Una pena.
En SDS training, animamos a que las empresas a que sus presupuestos de formación sean una verdadera palanca de crecimiento, que determinen las áreas y personas dentro de sus estructuras que, mejorando en alguna capacidad o en alguna habilidad o conocimiento, puedan aportar un mayor valor añadido a la empresa y que se pongan manos a la obra a buscar ese proveedor de formación que les dé la confianza y la seguridad de que habrá retorno de esa inversión. Hay muchas empresas y muy buenas de formación, solo hace falta buscarlas.
¿Por qué será que la empresas tecnológicas son la que más invierten en formación? ¿Has pensado ya en qué necesitas formar a tus colaboradores?