El equipo de ventas cuenta con 5 comerciales, que factura cada uno 100.000 euros anuales. La dirección se plantea si, al margen de otras acciones para potenciar sus ventas, sería conveniente darles una formación específica con el objetivo de mejorar sus resultados.
La formación tiene un coste de 3.000 euros, de los que además se bonificarán con FUNDAE el 50%, con lo que el coste real de la formación es de 1.500 euros. Un año después de haber hecho la formación se analiza que, 2 de los comerciales han incrementado sus ventas un 4%, 2 un 2% y el quinto se mantiene en sus cifras.
Es decir, se han aumentado las ventas en 12.000 euros con un coste de 1.500 euros. Creo que las cifras hablan por sí solas.
Otra empresa que cuenta con 30 empleados que utilizan a diario, Excel decide también hacer una formación en esa herramienta. El coste de la misma es de nuevo de 3.500 euros, ya que realiza dos grupos, y se bonifica en FUNDAE el 75% de la misma, con lo que el coste en tesorería es de 875 euros.
En este caso veamos el ahorro de tiempo en su trabajo. Gracias al mejor manejo de Excel, cada uno de ellos va a ahorrar 15 horas al año, esto son 450 horas de trabajo que calculadas al coste/hora de todos ellos suponen cerca de 5.000 euros al año de beneficio.
Entonces… ¿Es rentable la formación empresarial?
La conclusión solo puede ser que la formación en las empresas es rentable, mejor dicho, muy rentable. Pero es que además hay otros beneficios como el sentimiento de adhesión, la mejora en el clima laboral, la pertenencia, el team building, las sinergias, la imagen pública de la empresa o la profesionalización.
Por eso no puedo, sino considerar un drama empresarial que al final de año cientos de miles de euros en créditos de FUNDAE para la formación de las empresas y que han estado disponibles para hacer formación durante todo el año, se queden sin usar, o que empresas de todo tipo pasen años y años sin hacer más formaciones que las obligatorias de PRL o Protección de datos… Para justificarlo suelo escuchar explicaciones (yo diría excusas) como: “estamos muy ocupados trabajando y no podemos perder tiempo en eso”, “la formación no suele servir para nada”, “no hemos tenido tiempo de encontrar al proveedor”, “las formaciones son muy caras”, etc. etc.
Por supuesto que para todo este sencillo análisis partimos de una premisa y es que la calidad de la formación garantice esos resultados. En SDS training llevamos casi 15 años comprometidos con nuestros clientes, asumiendo nuestra responsabilidad para que las formaciones den los frutos que se persiguen y no sean simplemente un trámite sin más éxito que “pasar un rato juntos”
Aún estamos a tiempo en lo que queda de 2023 para hacer esas formaciones que te harán crecer y que el año 24 cuando analices los resultados veas el beneficio.
Si quieres estamos a tu disposición, ¿has pensado ya en qué área necesitas formación en tu empresa?