En muchas ocasiones tan bueno es saber lo que hay que hacer, como saber lo que no hay que hacer. Recuerdo un jefe que tuve hace años que decía algo así y la verdad es que me parece muy cierto.
En SDS training, llevamos más de 15 años impartiendo formación en Liderazgo y dirección de equipos, tanto comerciales como de otras áreas de la empresa, y siempre enfocamos nuestra formación sobre lo que hay que hacer o mejor dicho, sobre cómo desarrollar en los participantes esas habilidades necesarias para generar en el equipo y en el entorno de trabajo el mejor ambiente posible, para que cada miembro sea capaz de dar su mejor versión alineado con los objetivos establecidos.
Pues bien, en este post vamos a hablar de 4 errores, en última instancia hábitos de liderazgo del responsable del equipo, que todo mando debería evitar.
Error nº 1. Desconfiar
La confianza lo es todo en el mundo profesional. Una empresa sin la confianza de sus clientes no tiene ningún futuro, y por supuesto un líder que no confíe en su equipo tendrá muy complicado alcanzar los objetivos.
La confianza es un tesoro inmaterial. Confiamos en unas personas o en otras por razones tan variopintas como las simpatías, los antecedentes, las similitudes, la esperanza, el deseo, etc. pero sea por lo que sea, si no tenemos confianza ejerceremos un liderazgo que puede oscilar entre el autoritario, y el dominante, pero nunca llegará a desarrollar a los miembros del equipo, no generará verdaderas sinergias y por tanto perderá muchas posibilidades de alcanzar el verdadero máximo éxito que podría alcanzar.
¿Cómo mejorar la confianza?, muy sencillo, bueno realmente es sencillo para quién entiende por qué debe aumentar la confianza. Lo primero es entender que el líder necesita y debe generar lazos de confianza recíproca, y que eso le permitirá, como decíamos antes, alcanzar todo el potencial de su equipo y de sí mismo.
Es importante en este punto entender que la confianza no es una amistad mal entendida, el objetivo del líder es situarse en una posición que equilibre la autoridad y la cercanía.
A partir de querer mejorar esa confianza, al líder deberá conocer más a los miembros del equipo, saber sus motivaciones, sus intereses, sus cualidades y capacidades, incluso sus límites. Deberá además ser honesto con ellos y consigo mismo, deberá ser veraz en su gestión de la información, (lo que no quiere decir necesariamente contar todo, pero sí lo relevante), deberá poner metas y retos a su equipo que, siendo alcanzables, sean también retadoras (recordemos los objetivos SMART) y que poco a poco, cimenten esa experiencia positiva que haga que el siguiente paso sea más firme y seguro.
Error nº 2. Comunicar mal y escuchar poco
Insinuábamos en el punto anterior que la comunicación es una herramienta necesaria del liderazgo y sin duda lo es, pero no solo para emitir mensajes. También para recibirlos, los tiempos del liderazgo descendente han pasado y debemos tener en cuenta la comunicación 360 grados.
Pero lo cierto es que la comunicación es uno de los talones de Aquiles del ser humano y por supuesto de las organizaciones.
¿Cómo mejorar la comunicación?, como decía antes, lo primero pasa por el paradigma mental, es imprescindible entender por qué es tan importante la comunicación para el líder, y tener un verdadero deseo de comunicar.
A partir de ese deseo habrá que cuidar las formas, la comunicación no verbal (mirada, posiciones, volumen, tono, expresión facial, etc.), siendo consciente de que el mensaje es mucho más que las palabras que decimos, también deberá prestar atención a los momentos, no todo se debe comunicar en cualquier momento, es necesario tener una cierta estrategia comunicativa.
Importancia enorme le doy a la escucha, un líder que no escucha es un líder perdido, y escuchar no solo es oír palabras. Atención a las expresiones faciales, corporales y microgestos, es posible que nos estén dando una información que puede pasar desapercibida pero que puede ser mucho más real que lo que nos dicen.
En resumen, atención plena en la escucha y cuidado estratégico en el mensaje emitido, así podremos ser un líder que sabe comunicar.
Error nº 3. No tomar decisiones
Siempre me llama la atención que los líderes (suelo poner el ejemplo del capitán Jack Aubrey, en la película Master and Commander) asumen algo que las demás personas no son capaces, y es la posibilidad de equivocarse. El miedo paraliza al cervatillo que mira fijamente los faros de un coche que le va a atropellar, y de igual manera en muchos mandos intermedios y directores surge el temor a tomar la decisión equivocada.
¿Cómo mejorar la toma de decisiones? Quizá la gran lección es asumir es que una decisión puede ser errónea y que la peor de las decisiones suele ser, no tomar ninguna de cisión. De una forma u otra, estamos hablando de confianza en uno mismo.
Para asumir que te puedes equivocar te debes despojar de los miedos a “¿qué dirán si me equivoco?”, “¿qué pensaran los demás?”. ¡Qué gran liberación es cuando entiendes que tu valor no está en el reconocimiento de los demás!
Por supuesto, y una vez hemos asumido todo lo anterior, hay que ser reflexivo, tomar distancia con el problema o la situación sobre la que se debe tomar la decisión, evaluar opciones y posibilidades, pedir consejo u opinión a quién sabe más del tema o a quién te puede aportar una visión que, bien se te puede haber escapado, y algo que sinceramente he aprendido no hace mucho tiempo, aceptar que, si estás equivocado, puedes cambiar de opinión.
Error nº 4. No afrontar los conflictos
Los conflictos son tan humanos como la sensación de desagrado ante ellos. ¿A cuantas personas conoces que le guste tenerlos?, lo normal es que a muy pocas y sin embargo, nos encontramos a diario con ellos.
Ante un conflicto, del tipo que sea, muchas personas aplican la técnica de rehuirlos o esquivarlos, es cómodo y da la sensación de que no existen, pero la verdad es que continúan ahí. Y lo peor de todo es que lo más probable es que se puedan llegar a enquistar y ocasionar problemas mayores en el futuro.
¿Qué hacer ante los conflictos? Al igual que en los errores anteriores errores, lo primero que debemos hacer es tomar verdadera conciencia de que los conflictos existen y que la mejor manera de solucionarlos es afrontándolos con decisión, de cara.
Si hemos interiorizado esto, a partir de aquí todo será más sencillo. Las actitudes que debe mostrar el líder ante ellos tendrán varios componentes. Por supuesto la comunicación, sin ella no hay posible solución. Nos referimos a comunicar en sentido amplio, y esto implica la escucha, hay que conocer todo lo posible de la raíz del conflicto, escuchar y entender a las partes.
Entender a las partes implica una actitud empática, pero también hay que poner en práctica la asertividad, y fomentarla entre las partes. Si todos pueden decir y expresar su punto de vista y todos tienen en cuenta que el otro puede tener una visión distinta de la situación, será infinitamente más fácil encontrar la solución adecuada.
Evitar este error seguro que se ha dado cuenta, de que va a implicar a las anteriores. Comunicación y toma de decisiones juntas, para solucionar esos conflictos que sí o sí, surgirán en nuestros equipos.
Estos cuatro errores habituales de los líderes no son los únicos, se me ocurre pensar en la resistencia al cambio, por ejemplo. Pero sin duda un líder que sepa evitar caer en ellos estará mucho más cerca de tener un equipo que llegue a alcanzar los objetivos.
En SDS training llevamos muchos años formando a líderes que motivan, conocen, comunican, comprenden y marcan el camino al éxito. Si quieres hablamos de liderazgo contigo.
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